Declaración de creencias.

La soberanía y la gracia de Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo en la creación, la providencia, la revelación, la redención y el juicio final.  La divina inspiración de la Sagrada Escritura en Sus documentos originales y, por  consiguiente, su credibilidad total y su suprema autoridad en todo lo que atañe a fa fe y a la conducta.  La pecaminosidad universal y la culpabilidad del hombre caído que acarrea la ira de Dios y fa condenación.  El sacrificio vicario del Hijo de Dios encamado, único fundamento suficiente de redención de fa culpabilidad y del poder del pecado, así como de Sus consecuencias eternas.  La justificación del  pecador solamente por la gracia de Dios, por medio de la fe en Cristo crucificado y resucitado de los muertos.  La obra de Dios el  Espíritu Santo que ilumina, regenera, mora en el creyente y le santifica.  El sacerdocio de todos los creyentes, que en fa unidad del Espíritu Santo, constituyen la iglesia universal, el Cuerpo del cual Cristo es la Cabeza, comprometidos por el mandamiento de su Señor  a la proclamación del Evangelio en todo el mundo. La esperanza del retorno visible de nuestro Señor Jesucristo en poder y gloria, la resurrección de los muertos y fa consumación del Reino de Dios.